Todos los días hacemos pequeñas o grandes cosas por el bienestar de quienes nos rodean. Una sonrisa, un saludo o un abrazo son gestos que nos ayudan a vincularnos y a entregar lo mejor de nosotros a los que tenemos cerca y son los códigos con los que comunicamos nuestros sentimientos y preocupación y además, pueden tener la capacidad de cambiar el día de alguien.
Ahora, ¿trabajarías gratis por beneficiar a otros? Por extraña que te parezca la pregunta, te contamos que el trabajo pro bono ya existe, y se trata de una contribución a la comunidad de parte de profesionales que dedican parte de su tiempo y experiencia para solucionar o ayudar en causas que no tienen ninguna ganancia económica, pero sí pueden cambiar la vida de otros.
La diferencia entre una labor de voluntariado y el trabajo pro bono es que pone a disposición de quienes no pueden acceder a servicios específicos la atención de profesionales de primera línea sin costo alguno, facilitando el acceso a psicólogos, médicos o abogados a quienes se les hace más difícil pagar por ello. Por esto, el trabajo ad honorem se ha convertido en una excelente manera en que los profesionales pueden aportar a las comunidades y potenciar el compromiso social de las empresas, al incluir estas iniciativas en sus planes de RSE.
En Chile, la Fundación Pro Bono agrupa a un equipo de abogados que presta asesorías legales a personas de escasos recursos, sectores o grupos vulnerables, organizaciones sociales y a agrupaciones u organizaciones que promueven causas de interés público colectivo, realizando un voluntariado legal que busca mejorar el acceso a la justicia en nuestro país.
Como un ejemplo de lo que la Fundación hace por la comunidad y con el fin de entregar una guía práctica para la solución de un tema cotidiano, durante julio se realizó una charla a un grupo de adultos mayores de Rancagua sobre las consecuencias legales del fallecimiento, que estuvo a cargo de uno de los integrantes de la fiscalía de Walmart Chile, Christian Arteaga. A la charla asistieron 300 personas y se espera en el futuro poder plasmar lo conversado en este y otros encuentros similares en un Manual Legal para Adultos Mayores, con el fin de sintetizar lo que han sido tres años de actividades para este grupo de personas.
Estos son los gestos que cambian vidas, y todos podemos poner pequeños esfuerzos en virtud de un bien mayor y una sociedad más amable. Ahora, sabiendo todo esto, te volvemos a preguntar… ¿trabajarías gratis para otro? Quizás tu respuesta sea otra.