Todo, absolutamente todo lo que hacemos o dejamos de hacer desde que nacemos hasta que morimos, queda registrado en nuestro paso por la Tierra con una dosis de Dióxido de Carbono (CO2). Normalmente, nuestras actividades aportan CO2, pero tenemos que empezar a encontrar mecanismos para capturarlo. Ahora te explicaremos por qué.

¿Has escuchado hablar del Efecto Invernadero?

Ciertos tipos de gases generan una especie de techo permeable sobre nuestra atmósfera. Su existencia es natural y necesaria para que una dosis importante de los rayos solares llegue a la Tierra. Pero el exceso de este tipo de gases es muy perjudicial porque no permite que el calor y la radiación infrarroja -que rebota en la superficie de la Tierra- salgan hacia el espacio, rebotando en este techo que la obliga a volver a la Tierra aportando conmás calor.

Los principales gases responsables de este Efecto Invernadero son el vapor de agua y el Dióxido de Carbono -que emitimos en casi todas nuestras acciones, como explicábamos antes.Esto, produce un círculo vicioso, porque al haber temperaturas mayores, hay más agua evaporada en el ambiente, lo que aumenta el Efecto Invernadero y las temperaturas en nuestro planeta.

Nuestra huella de carbono

Debido a que estos aumentos de temperatura son altamente dañinos para los ecosistemas, es indispensable empezar por ser consientes: nuestras acciones diarias están generando CO2. Luego, proponerse medir estas emisiones, para lo cual existen numerosos sitios web y aplicaciones móviles que te ayudarán. La tercera meta es reducir esta huella de CO2, suplantando rutinas y renovando la forma de consumir optando por actividades, productos y servicios que emiten menos CO2.

Si eres lo suficientemente visionario, tu motivación te llevará a compensarla huella que estás generando. Esto significa que aquellas acciones cuyo CO2 no pudiste reducir, serán complementadas por acciones que capturan el CO2 que aportaste. ¿Cómo?. Por ejemplo plantando árboles que, con su proceso de fotosíntesis, capturan CO2 y desprenden Oxígeno.

Por Kim Brierley

*Revisa aquí  la iniciativa chileno-suiza que ayuda a reducir la huella de carbono de nuestro país.