Ellas lideran las decisiones de consumo, registran un 10% menos de deserción académica, tienen mejores notas y se demoran un año menos en egresar de las carreras profesionales que los hombres. Estos son algunos ejemplos de la riqueza que muchas empresas han considerado para potenciar la participación laboral femenina dentro y fuera de sus comunidades.

En este contexto es que se han desarrollado distintas actividades con el objetivo de analizar y estimular la inserción de la mujer en el ámbito laboral. Una de ellas fue el seminario dictado por Coopeuch sobre mujer, trabajo y emprendimiento, con el patrocinio del Sernam. María Elena Valenzuela, especialista en género y empleo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quien fue una de las expositoras, explicó que para que exista un desarrollo equitativo y sostenible en América Latina, son claves el ambiente y condiciones en las que trabaje la mujer. “El rol que hemos alcanzado hoy es un trabajo de décadas e incluso siglos. Sin embargo, nos hemos visto afectadas por “el piso pegajoso” al permanecer más tiempo en un mismo cargo”.

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